Periodísticos
EEUU
Martín Páez Molina
Ago26,2016
La televisión no está muerta. Ni siquiera es televisión, tal como la hemos conocido. Las compañías broadcast pueden estar capeando mejor que sus pares de papel el auge de las plataformas, la naturaleza fracturada del consumo digital de noticias y la incertidumbre que plantean los nuevos modelos de la publicidad. Pero hay muchos signos de turbulencia hacia delante, especialmente cuando se trata de la gestión de las noticias locales. ¿Cómo sobrevivir a esta disrupción?; ¿qué estrategias están acometiendo las más innovadoras estaciones de TV en EEUU?
El Nieman Journalism Lab, de la Universidad de Harvard, se ha ocupado esta semana del futuro de las estaciones de noticias locales de TV en el nuevo escenario que plantea la digitalización. El artículo está firmado por la analista Shan Wang y ofrece la perspectiva y la experiencia de Tegna, subsidiaria de la compañía de medios Gannett, que ha percibido claramente que el hábito de sentarse en el living frente a la TV después de la cena y mirar las noticias de la noche está siendo superado por la visualización OTT, on-demand, en dispositivo móvil o a través de redes sociales. Y ha decidido “tomar el toro por la astas”, como se dice en las pampas.
“Reconocemos que cada vez más nuestra audiencia no hace distingo entre pantallas: ellos pueden tomar algo de nuestros noticieros, o de nuestra app móvil, o pueden seguir la página de Facebook de la estación local o un video de Instagram”, dijo Frank Mungeam, VP para contenido digital de Tegna, de acuerdo con el artículo de Nieman.
“Parte de nuestro esfuerzo de reinvención es reconocer que las formas más atractivas de contar historias en la era digital es una experiencia de todo el día, que comienza con conectarse a las redes sociales, que da actualización en el digital, contexto en el broadcast, y que luego sigue en la conversación social, y así hasta que el ciclo se repite”, apuntó.
Tegna -con sede en McLean, en el estado de Virginia- opera 46 estaciones de TV así como algunas propiedades digitales. Mungeam, junto a la VP de noticias Ellen Crooke, son los entusiastas animadores de los esfuerzos de la compañía por cambiar el rígido formato de la programación local de noticias, según los presenta el artículo.
Los resultados se muestran alentadores y reafirman a la empresa en la dirección de los cambios. Tegna reportó el último trimestre beneficios por US$ 99,5 millones, considerablemente más que los US$ 38,5 millones de igual período del año pasado (ayudó que sea un año político en EEUU, y además olímpico, con la consecuente alza de inversión publicitaria). Ahora está contratando profesionales para cubrir posiciones editoriales. Todas sus estaciones tienen canales on-demand en Roku; algunas están probándose en Fire TV de Amazon como parte de una sociedad (lo mismo se está considerando para con Apple TV y Apple News). Se están dejando las páginas AMP de Google por websites de cada estación.
Crooke y Mungeam citan un estudio de caso que ilustra la reinvención digital de Tegna. Se trata de una investigación de uno de sus canales, WXIA, filial de la NBC, sobre el consumo de heroína en barrios pudientes del norte de Atlanta. La serie, documentada por cinco periodistas de la estación durante seis semanas, se publicó primero online (ampliamente visualizada, mayormente a través del móvil) y transmitida más tarde por el canal broadcast, con las actualizaciones correspondientes. Otras estaciones de Tegna analizan el modelo para relanzar proyectos similares en sus radios de intervención.
El modo de funcionamiento de los editores de Tegna parece centrarse en reuniones tipo brainstorming, donde se discuten formas novedosas y socialmente implicativas de presentar noticias e historias. Los proyectos se analizan, se implementan como piloto y, de ser exitosos, se activan mecanismos de financiamiento o patrocinio.
Otro de los proyectos, Verify, surgió como una idea de chequear datos “haciendo calle” (on the road). Un no-periodista se pega al reportero para formarse por sí mismos una impresión sobre si ciertas narrativas, de amplia repercusión, resisten la prueba de la verificación.
Este proyecto, que de algún modo socializa los procesos de chequeo de la información que en el periodismo clásico eran privativos de la sagacidad y el “olfato” del periodista, se ensayó durante las recientes convenciones de los partidos Demócrata y Republicano, con vista a las elecciones presidenciales de noviembre. Los segmentos se transmitirán en septiembre en todas las estaciones de TV de Tegna, en Texas.
Tal vez está llegando el momento de revisar todo lo aprendido en materia de periodismo. La globalización y la digitalización no solo están imponiendo nuevos estándares tecnológicos. También están redefiniendo roles, actores y subjetividades.