Entrevista
Internacional
The Daily
Sep26,2018
La catedrática venezolana Carolina Acosta Alzuru, profesora asociada en el Departamento de Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad de Georgia, de EEUU, es una de las voces más autorizadas del continente en el estudio de telenovelas y series. En diálogo exclusivo con The Daily Television, en Miami, expuso algunas reflexiones sobre el mundo actual de la ficción televisiva, poniendo el acento en las telenovelas turcas, cuyo suceso pudo conocer de primera mano tras una experiencia académica de dos meses en Estambul. La riqueza de su análisis sobre el éxito internacional del melodrama turco no resta relevancia a sus observaciones sobre el negocio de la TV de hoy.
Productoras, distribuidoras, canales
“Estoy empezando a ver movimientos, y puede ser que me empiece a desactualizar inclusive en el momento en el que estoy hablando… Mira, en Turquía digamos que tenemos tres tipos de organizaciones que son claves en el negocio: una las televisoras, otra las productoras y otra los distribuidores. Tú tienes casos en los cuales las tres cosas funcionan de manera independiente, o sea, una casa productora tiene una idea, se le ocurre, quiere producir eso, trata de venderle la historia a un canal de televisión y, bueno, dependiendo del poder de cada uno, hay productoras más poderosas que otras -porque han tenido más éxito-, y hay canales de televisión más poderosos que otros, y como decía dependiendo de esa diferencia de poder, se negocia. Puede ser que venga una distribuidora, otra empresa, y se encarga de distribuir esa historia, ese drama a nivel internacional… ahí es cuando tienes los tres entes funcionando independientemente. (El caso de) Çukur, producida por Ay Yapim, distribuida por Intermedya y televisada en ShowTV, tienes ahí las tres cosas… Otro ejemplo, Stiletto Vendetta, también producida por Ay Yapim, pero distribuida por Eccho Rights y la televisora es Star TV, tienes ahí los tres entes de manera independiente. Pero a veces tienes cosas que empiezan a funcionar juntas, por ejemplo si tomas Kanal D. Kanal D muchas veces negocia con una productora pero, vamos a decir, van en coproducción, es decir ellos mismos producen “in the house” y además ellos tienen su propia división de ventas internacionales, así que cuando tú tomas este ejemplo, una serie como Fatmagül, tan famosa, esa serie fue hecha por Ay Yapim para Kanal D, pero la distribuye Kanal D. Entonces tú tienes a veces algunos canales de televisión que tienen su propia división de ventas internacionales, ese es el caso de Kanal D, y el caso de ATV. Cuando yo voy a entrevistar a personas que hacen distribución, yo entrevisto a personas que trabajan en distribuidoras tradicionales, pero también a los que trabajan en la división de distribución dentro de los canales. Ellos no solamente tienen pantalla: lo que tienen es su propia distribución. Ellos mismos venden. Ahora, recientemente me topé con una noticia, por eso te digo, esto puede estar cambiando, porque recientemente me topé con una noticia que no he podido corroborarla, porque para corroborar tengo que encontrármela en los medios turcos y no la he encontrado en los medios turcos, la encontré en una publicación como la de ustedes. Que decía que dos productoras, una de ellas Ay Yapim, se estaban aliando para ellos crear su propia distribuidora. Ahora yo no sé si eso es verdad. Si lo es, eso cambia el juego completamente. Porque hasta ahora las productoras entregaban sus productos a las distribuidoras, pero si ellos mismos van a ser su distribuidora eso cambia el juego”.
La experiencia en Estambul
“A mí me invita una universidad, pero yo llego a esa universidad, o esa universidad llega a mí, a través de una académica que también estudia estas cosas y que es una académica turca. Entonces, ella me conoce y la universidad donde ella trabaja me dice si estaría yo dispuesta a dar clases en el verano, una clase sobre televisión, y yo acepté, por eso di clases allí en el verano por dos meses”.
La relación con el ambiente turco
“Cuando tienes el lujo de estar dos meses, puedes hacer tus entrevistas con más calma de lo que normalmente suceden. Me voy por dos semanas y trabajo como una loca, tratando de aprovechar el tiempo, ¿no? Pero cuando estás dos meses, tienes que dar clases, tienes a tus alumnos, el ritmo de vida es el ritmo de vida normal y simplemente la investigación entra dentro de ese ritmo de vida normal y es mucho más chévere”.
El futuro del mercado de TV turco
“En todo lo que tiene que ver con la venta de dramas turcos hay dos preguntas que uno siempre se está haciendo. Una, si el mercado ya se saturó y entonces va a empezar a disminuir. Esa es una pregunta que uno siempre se hace y no parece que hubiera pasado todavía, no parece, hay mercados que todavía no han sido conquistados. La otra pregunta tiene que ver que toda producción de televisión tiene un contexto, que es su contexto local, el país donde se produce, entonces la situación de Turquía como país, su situación política, económica, ¿qué efecto puede tener en estas producciones? Esa es una gran pregunta y tampoco tenemos una respuesta exacta. Una tercera pregunta, que uno tiene que hacerse hoy en día, es cómo se preparan todos los que hacen contenidos o los transmiten o los venden, cómo ellos se preparan ante lo que estamos viviendo de que las tecnologías digitales han revolucionado la manera en la que consumimos el contenido. ¿Será que algún día no tendremos televisoras, lo que tendremos serán plataformas? Nadie sabe la respuesta a eso, lo que sabemos es que el público sigue consumiendo ficción, el público sigue queriendo buenas historias. Ahora, los patrones de consumo, dónde consumen, cuándo, cómo consumen, eso está variando…y todos tienen la mirada puesta tratando de adivinar el futuro…”.
Censura, autocensura, sexo y violencia en las telenovelas turcas
“En Turquía hay un organismo regulatorio que se llama RTUK, que regula los contenidos en televisión abierta. Y tiene una cantidad de normativas, o sea, tú no puedes mostrar escenas de sexo, por ejemplo. Cuando hay sangre, hay que aplicar el efecto (sabes cómo borrarla, difuminarla). Si la persona está ingiriendo alcohol también se difumina la imagen del vaso con alcohol. Hay una cantidad de normas. Ahora, eso no significa que no haya violencia. Puede ser que tú no muestres la sangre en la herida porque la difuminas, pero hay muchísimas escenas en las que puedes inferir que la persona se desangra. Yo estaba viendo una de esas escenas en las que hay pandillas. Y estaba viendo Çukur y en el primer capítulo de esa temporada le estaban poniendo como una marca, así como hacían en los campos de concentración, que marcaban a la gente. Bueno, les ponían una marca a unos muchachos con el logo de esa pandilla. Y no es que ves el hierro en la piel del muchacho, pero ves que le están poniendo hierro y ves la cara de dolor... No ves directamente el detalle, pero ves la violencia todo el tiempo. No puedes ver, como te digo, escenas de sexo, pero ves justo antes y después. Nada de que él la esté desnudando a ella ni ella a él, nada de eso, es muchísimo más sutil, lo cual es muy interesante… porque después de estudiar telenovelas por tantos años, donde muchas veces la química entre los protagonistas se basa justamente en la química sexual, en cuánto calor sexual generan en las escenas, ver cómo los actores turcos construyen química sin eso, es interesantísimo. Y la construyen de una manera muchísimo más sutil, es una coreografía muy sutil cada vez que se toman de la mano y por supuesto con efectos de dirección, o sea, el director de la serie está pendiente de ayudar a construir esa química. Entonces, el close up de la mirada, el close up de cuando se toman de las manos, gestos… y generan unas químicas hermosas y esto para alguien que estudie telenovelas o alguien venezolano, esto te va a parecer insólito, pero tú puedes tener … ahorita por ejemplo estoy viendo una que lleva casi 60 horas de historia y ellos todavía no se han besado. Pero no te cabe la menor duda de que esta gente está muerta de amor el uno por el otro, y tienen una química preciosa, no cabe la menor duda, pero no se han besado. Es diferente, una cosa diferente”.
“De la que te estoy hablando tiene un éxito inmenso en Turquía y yo creo que se va a vender muy bien internacionalmente porque tiene un tema de violencia de género incluido muy interesante. Y bueno, tomemos como ejemplo una que se vendió y que fue un éxito, Fatmagül. Bueno, fue en la hora 70 que Fatmagül le sonrió a la mujer… y esa serie ha sido un éxito a nivel mundial. La gente entra en su mundo de consumo de la historia y si está enganchado está enganchado, es otro mundo. Y no ha sido la influencia musulmana: es que la historia ameritaba eso. Depende de la historia, hay historias en las que se besan antes. Aún en las que se besan antes no puedes mostrar escenas candentes, entonces la química se construye de otra manera y es interesante cómo la construyen: con la manera de mirarse, los diálogos, cómo se agarran de las manos, cómo les construyen una historia de amor absolutamente creíble aunque no puedas mostrar la cama”.
Las series turcas en EEUU
“Bueno, Telemundo es el que ha transmitido las series turcas al mediodía. No sé la verdad… Y la verdad es que como los ratings más fáciles de conseguir son los del primetime, y los que normalmente me interesan… no me he puesto a ver lo que ponen al mediodía. Pero Telemundo sí transmite a mediodía, a veces una brasileña, a veces una turca y van intercalando. Univisión no, pero no me extrañaría que lo hicieran en algún momento. Han tenido mucho éxito con una de las novelas bíblicas brasileras y puede ser. No de las de Globo, sino de Rede Record, y han pegado todas las bíblicas. Telemundo hizo un remake de una telenovela turca, la última que hizo Mónica Spear [la actriz venezolana, asesinada en 2014], por cierto. La versión turca se llamaba Amor prohibido y la versión de Telemundo es Pasión prohibida. Una historia que Marcos Santana [presidente de NBCUniversal Telemundo Internacional] te la contaría. Él estaba en Turquía y vio cómo el país se paralizaba con Amor prohibido y empezó a ver cómo la traía, y consiguió los libretos en turco, y tuvo que ir al Instituto Cervantes en Ankara para traducirlos y, bueno, la hicieron aquí. Los turcos tienen el ojo puesto en las telenovelas y series americanas, y en Escandinavia y los que hacen telenovelas les tienen los ojos puestos a los turcos”.
Algunos de los libros de Carolina Acosta Alzuru son Telenovela adentro (CreateSpace, 2017); La incandescencia de las cosas. Conversaciones con Leonardo Padrón (Alfa, 2013); Venezuela es una telenovela (Alfa, 2007).