Reportaje
Argentina
Omar Méndez
Dic17,2013

Cablevisión de Argentina es un caso singular entre las grandes compañías de cable del mercado latinoamericano. Y no por cuestiones estrictamente técnicas o por alguna particularidad extraordinaria en la industria: es un caso singular porque sobrevive desde hace más de cinco años en medio de un intenso fuego cruzado que tiene de un lado a su propietario, el Grupo Clarín, y del otro al más encarnizado enemigo de la libertad de expresión en el país, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Cablevisión, con 3,5 millones de abonados a video y 1,6 millones a banda ancha, es un activo fundamental para el más importante conglomerado de medios del país. Clarín, en tanto, es para el gobierno argentino el peor enemigo desde 2007, año en que asumió la presidencia la esposa de Néstor Kirchner, hasta ese momento máximo mandatario (2003-2007). La guerra repentina, apenas traspasado el mando, había enterrado cuatro años de flirteo público del matrimonio con el multimedio.
Ha sido tan explícita la súbita repulsión de la Presidente por Clarín que tuvo la osadía de crear un proyecto de ley de medios a medida para desarmarlo y dejarlo sin poder. El fin: acabar con una de las pocas voces que desde 2007 estuvieron en disonancia con políticas populistas que han llevado al país a una situación de zozobra económica, financiera y de seguridad, que ya comienza a manifestarse con caos social.
Lo increíble del caso es que el proyecto de ley se hizo ley en tiempo récord y la guerra se hizo plena desde el primer día. El conglomerado resistió años a fuerza de apelaciones judiciales que fueron frenando cada uno de los puntazos letales del Gobierno.
Un fallo reciente de la Corte Suprema derribó esas apelaciones y dejó sin defensa al grupo: debía aceptar íntegramente el reglamento, es decir aceptar su desguace total, y el desguace de Cablevisión, su filial de mayor peso.
Como respuesta al desenlace inesperado, Clarín presentó un plan de adecuación, o desguace forzado, dividido en seis partes. La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), el brazo de Cristina Fernández en esta batalla, recibió ese plan y lo analiza: busca, seguramente, la respuesta más venenosa.
Mientras lo hace, el Gobierno parece haber dejado las armas quietas, y estar en otras cosas. Cosas de la realidad, como las manifestaciones gravísimas de barbarie vividas en gran parte del territorio nacional, por las huelgas policiales. ¿Es esa realidad la que ha frenado la animosidad en contra de Clarín? ¿Qué hará Cablevisión en caso de nuevos embates? ¿Cuál será su estrategia para sobrevivir a los dos años que le queda de gobierno a Cristina de Kirchner? ¿No habrá más inversión ante las incertidumbres?
Carlos Moltini, CEO y presidente de Cablevisión, no elude las respuestas. En un alto de su visita a Washington DC., invitado al evento sobre libertad de expresión de Certal y Tepal, le responde a The Daily Television.
—TDT: El mercado de medios en Argentina, acostumbrado a la guerra desatada entre el Gobierno y Clarín, asiste a un alto por estos días. ¿A qué asocia usted ese freno de la animosidad?
—Carlos Moltini: La realidad es que hoy todavía estamos en una indefinición, en donde nada está firme, respecto a si realmente habrá un plan de adecuación voluntario o un plan de adecuación de oficio en la Argentina. Si hay un plan de suspensión de la adecuación de oficio a partir del plan que entregamos nosotros, esa suspensión no significa que será definitiva o sea el fin del proceso. Se trata de algo latente que puede ser reactivada en cualquier momento. Este cambio de humor o de sensación no sé si se debe a que la presidenta viene de perder una elección o por su enfermedad o porque no tenía más remedio a partir de nuestra presentación. Sentimos que todavía faltan elementos para darle certeza al camino de adecuación y de aplicación de la ley absolutamente razonable. Por ejemplo, en la autoridad de aplicación, el Afsca, en donde la oposición tiene dos lugares, solo han dejado ocupar un solo lugar, porque han quitado a la primer persona que se propuso, y en ese solo lugar ocupado, la persona designada todavía no ha podido asumir. Evidentemente, el Gobierno está navegando en una zona gris, sin buscar una definición. No sabemos por qué. No lo vemos buscando una zona de definición, de legalidad y transparencia absoluta. Hay que partir del tipo de ley de medios que tenemos. El único motivo de la ley de medios es intentar desguazar al Grupo Clarín. La gran motivación. Es una ley vieja, pues no contempla la convergencia; es absolutamente anti-industria; beneficia a las empresas extranjeras; va en contra de las empresas nacionales. Es un ropaje que en la superficie se muestra democrática y representativa de todos para disfrazar la verdadera intención que es destruir al Grupo Clarín, con el objetivo de establecer un relato único.
—¿Qué expectativas tienen con el plan presentado por Clarín que divide al conglomerado en seis unidades?
—La propuesta ha sido receptada por el Afsca y está en estudio ahora y no sabemos todavía cuándo responderá. El Afsca no tiene plazos de definición de la propuesta. Cuando entregue su respuesta, sea a favor o en contra, a partir de ese momento empiezan a regir los tiempos regulatorios, es decir todos los plazos, como, por ejemplo, los 180 días para que se entreguen los nombres de los que serían los nuevos titulares de las desinversiones de Clarín. No es un trámite express. Es un proceso largo, intenso, lleno de complejidades.
—-El fondo Fintech, dueño del 40% de Cablevisión, al comprarle la parte de Telecom Argentina que estaba en poder de Telecom Italia automáticamente quedó en situación irregular con la actual ley de medios y con la vigente limitación que tienen las Telcos para ofrecer televisión, ¿Qué pasará con este socio: está obligado a transferir su parte?
—-Yo no podría decir terminantemente que Fintech está obligado a vender su parte de Cablevisión porque la ley lo exige. Depende del criterio que tenga el Afsca al respecto. Aquí vale el ejemplo de Telefónica que es dueña de Telefe y que en su presentación sigue sosteniendo ésto. Evidentemente ese plan presentado no ha sido aprobado. Si el criterio del Afsca es aprobar ese criterio, es decir que Telefónica pueda ser dueña de una compañía de medios como Telefe, también Fintech puede seguir siendo socio de Cablevisión. Ahora si se produce que el criterio sea rechazado, Fintech tendrá que adecuarse. Lo que marcó el fallo de la corte es que no puede haber un criterio para unos y un criterio para otros. El criterio debe ser único. Si existe ese criterio, todos los planes de adecuación se deben regir por él. Dentro de ese marco vamos a ver qué hace Fintech. En el comunicado que sacó Fintech aclaró que se iba a adecuar a lo que se corresponda. No está diciendo: nosotros nos vamos a adecuar porque estamos fuera de la ley. Si es necesario porque la reglamentación está vigente. no quedará otro camino que adecuarse. Pero en ese caso la obligación de adecuación debe ser para todos.
—Ante la indefinición, Cablevisión permanece en una zona de riesgo. ¿Ello lleva al grupo a frenar las inversiones en la cableoperadora?
—De ninguna manera están frenadas las inversiones. Eso sería condenar a la compañía a un atraso y a una posición difícil para seguir siendo sostenida en el largo plazo. Más allá de los problemas macroeconómicos de la Argentina, del atraso cambiario, del proceso de inflación, la compañía continúa con el criterio de siempre que es destinar el 100% del cash flow a inversiones en la operación de Cablevisión. Lo debemos hacer porque estamos en un mercado muy competitivo, en donde hay jugadores globales con enorme poder, en donde están las empresas de telecomunicaciones en banda ancha, en donde está DirecTV en video y otras compañías locales.
—¿Cuál es la inversión prevista para 2014?
—La inversión proyectada para el año en Cablevisión es de casi US$ 300 millones, que va a depender por supuesto de la situación macroeconómica y el tipo de cambio del país. Hay que tener en cuenta que esta empresa factura en pesos y no en dólares. Este es un negocio que requiere capital intensivo. En el exterior hay financiamiento de largo plazo. En Argentina no. Aún así, la incertidumbre no nos puede frenar. Todo lo contrario.
—¿Cablevisión tiene planes de expansión hacia el exterior?
—Sí, tenemos planes de expansión. La compañía tiene que crecer. Si Comcast que tiene 25 millones de abonados está pensando en comprar Time Warner Cable para tener escala y sostener su negocio a largo plazo, por qué nosotros que tenemos 3,5 millones vamos a pensar que tenemos la escala suficiente para sobrevivir en el largo plazo. Pero para ello hay que tener capacidad de inversión; esa capacidad de inversión se transforma en robustez de los productos que se les ofrece al cliente. En el caso de decidir una expansión. sea comprando una compañía mediana o una de gran envergadura, debemos tener resuelto el capital. El problema real en este caso es cómo financiar la compra de esas compañías.