Broadband
EEUU
Omar Méndez
Feb23,2014

El momento de revolución que vive el mercado de la televisión de pago de EEUU –reacomodos, concentración, ventas, fusiones y una creciente competencia por la banda ancha– a partir de la catarata de nuevos operadores y de sectores de las telecomunicaciones arribados al mismo patio, ha tenido otra novedad, que no es simplemente una novedad más, en especial por el efecto expansivo que puede tener.
Netflix habría acordado pagar a Comcast Corporation para tener una mayor velocidad en sus servicios ofrecidos a los sucriptores del MSO de cable. Esto es conexión directa de Netflix a la red de Comcast, sin intermediarios de por medio, como ocurre ahora. La prestadora del servicio de streaming estaba detrás de un arreglo con el mayor MSO del país desde hace meses pero no había tenido receptividad. Su propósito de obtener una mejor conexión de forma gratuita había sido rechazada por Comcast que la consideraba inconveniente por el alto tráfico demandado por el servicio de Netflix. A cambio de darle una mejor conexión, se le exigía una compensación.
Los dos grupos hicieron el anuncio conjunto, remarcando que “las conversaciones han llegado a buen término”, este domingo 23, sin dar detalles del alcance del acuerdo, y tampoco precisar sus términos. Un comunicado de prensa de Comcast aclaraba simplemente que Netflix no "recibe tratamiento preferencial de la red".
De momento, no es oficial que el servicio de streaming haya acordado un pago, aunque sí hay trascendidos de fuentes serias que lo dan por seguro. Desde hace meses, las dos empresas estaban en diálogos, que muchos entendían como disputas, por las velocidades del streaming en la red. Como parte de la oferta de Comcast, Netflix se había quejado por la lentitud de sus servicios observada por los suscriptores del cableoperador.
El aviso tiene lecturas significativas. Hasta ahora, Netflix estaba invicto en la compulsa de pagar o no para lograr mayores velocidades con los operadores clientes. Venía de ganar sus contiendas con Cablevision y Cox, que le dieron más capacidades en sus redes sin compromiso de pago alguno, luego de un tiempo de conversaciones.
La novedad condicionará contratos similares entre el resto de compañías que están en un lado y en otro del mostrador, al acabar con la cesión gratuita de mayores velocidades, de confirmarse el pago de Netflix a Comcast. Otro detalle de importancia: El pacto acaba de cerrarse en los días más difíciles para el futuro de la Neutralidad de Red, herida gravemente por un tribunal federal de Justicia de EEUU. Ha sido tan severo el fallo para la Comisión Federal de Comunicaciones del país (FCC) que el propio jefe del organismo ha salido a adelantar con carácter de urgente una nueva reescritura del texto para buscar una revisión de los jueces. La disputa preanuncia choques vehementes con el bloque republicano.
La Neutralidad de Red sostiene un trato igualitario para todos los actores que sean parte del tráfico en Internet, es decir un tránsito sin actores que los condicionen, por más peso y pesos que tengan. Justamente, en las horas calientes por la situación en la que ha quedado la norma, el acuerdo Comcast-Netflix es un golpe para la regla pues va justamente por el camino que buscaba cerrar.
El trato acontece justo en un momento en que Comcast tiene más poder que antes, gracias al fallo contra la Neutralidad de Red y la adquisición en trámite del segundo operador de cable, Time Warner Cable. El primero lo invita a presionar, con todas las de ganar, por el cobro para darle al operador de streaming una solución. Lo segundo refuerza esa pretensión: Comcast aparece como vital para un player como Netflix por el cuerpo que tendrá cuando se apruebe la fusión.